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Arquitectos: Studio Guilherme Torres
- Área: 410 m²
- Año: 2009
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Fotografias:MCA Estúdio ,
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Proveedores: Cosentino, Deca, Micasa, Miniloft, Móveis Dom Bosco, Nos Furniture, Pierinelli, Sandra Fuganti, Studio Vitty
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La gran caja de madera llama la atención de todos en un condominio en Londrina, Paraná.
La vivienda, proyectada para una pareja joven, abolió los espacios y divisiones tradicionales.
El proyecto tuvo en cuenta responder a algunos factores del terreno. Su ubicación en el punto más alto del condominio, sumado a la gran extensión de los muros de división del condominio, formaban una situación de muy poca privacidad para el lote.
Para afrontar este desafío, la solución adoptada por el arquitecto fue la de crear una meseta que conforma el nivel inferior, rodeada por un cinturón de muros que abrazan toda la construcción y crean un perímetro de separación con el muro del condominio.
A partir de esta premisa, un gran caja de albañilería revestida en madera fue concebida en el sector más regular del terreno, dejando el área en forma de trapecio para el jardín y la piscina.
El concepto principal de la ruptura del paradigma se da en el acceso: la puerta de entrada conduce al visitante a caminar por la piscina y a ingresar por el atrio derecho, desde donde toda la casa se comunica. La pared oculta el volumen de la escalera. En la planta baja, el área de estar funciona como un eslabón entre el área interna y externa a partir de las grandes puertas pivotantes. La cocina está integrada al ambiente, con un nicho donde se instaló el horno e incluso una parrilla a carbón. El área del comedor está perfectamente integrada a la cocina y al living, una situación ideal y verdadera, eliminando la duplicidad de los espacios tan vigente en los proyectos actuales.
Incluso el lavabo fue diseñado como un vestuario para la piscina.
Arriba, la habitación de la pareja está separada del living por una pared de cristal, revelando el cubo que alberga los sanitarios y las duchas. Los armarios se integran en el espacio de dormir. La casa cuenta con otras dos suites, para albergar a las visitas y a la hija adolescente, que los visita con cierta frecuencia. El hall al costado de la escalera sirve como un espacio para un estudio, y tiene las ventanas protegidas por elementos huecos de concreto. Las soluciones simples y los pocos materiales, pero usados en cantidades generosas, le confieren personalidad y un toque atemporal a este proyecto, que muestra una forma más simple de vivir.